miércoles, 27 de julio de 2011

The Mist, de Frank Darabont




En noviembre de 2007, salía a la luz una nueva película de Frank Darabont “The Mist”. Una vez más el director americano se lanzaba a una adaptación de un relato de Stephen King, estrategia que hasta la fecha le había funcionado muy bien (“The Green Mile”, “The Shawshank Redemption”).

En un pequeño pueblo de Norteamérica, después de una violenta tormenta, aparece una extraña y densa niebla que obliga a los habitantes a encerrarse en sus casas o comercios, ya que todo aquel que entra en la oscuridad muere inevitablemente. Un grupo de ciudadanos deberá sobrevivir en el interior de un supermercado a los peligros que acechan en la niebla, pero pronto verán que los peores problemas no vienen precisamente del exterior.

Antes de nada ya digo que “La Niebla” me parece una estupenda película y la disfruté mucho. Ya desde el principio del film Darabont emplea su buen hacer como guionista y director para definir sin complicaciones a todos los personajes, dejándonos muy claros además, antes incluso de que llegue la misteriosa niebla, los potenciales conflictos que habrá entre los personajes en un futuro. Los rencores entre los dos vecinos, la insoportable “iluminada divina”, el “pequeño hombrecillo” que llena las bolsas de la compra, que resultará ser mucho más de lo que aparenta…en definitiva una especie de micro comunidad que bien puede representar cualquier punto geográfico de los Estados Unidos.

Todos se verán superados cuando llegue el terror sin forma de la niebla, de la cual nadie puede sobrevivir si se adentra, y mostrarán sus verdaderas caras al resto de “compañeros de infortunio”. Y como para no verse superados, porque el director sabe tenernos en tensión durante toda la película, desvelando como debe de ser, con cuentagotas, los horrores que aguardan en la oscuridad y llevando a los personajes (y al espectador) cada vez más al límite de sus fuerzas tanto físicas como mentales. Cuando parecía que el horror había alcanzado su tope, se descubre siempre un poco más hasta llegar a una clara idea: no hay escapatoria ni salvación posible. Y claro, el conflicto entre los supervivientes del supermercado está servido, el cual hará que los protagonistas no solo se olviden, sino que casi prefieran, enfrentarse a la niebla que permanecer en esa casa de locos.


En general me parece que la gente ha sido muy dura con la intención de Darabont de “contar algo” en vez de hacer una peli de terror sin más. Yo creo que ha conseguido las dos cosas, y con bastante éxito. Vale que es todo muy obvio en ocasiones, sobre todo el personaje de la loca iluminada, pero en el año 2007, cuando en vez de la crisis en la economía lo que preocupaba al mundo (y a los Estados Unidos especialmente) eran los terroristas, las cartas con Antrax y ese tipo de cosas, los Estados Unidos se agarraban a un clavo ardiendo con tal de sentirse seguro frente al “amenazador” mundo que tenía alrededor, y el cine de terror siempre ha sido un método para purgar los miedos de las sociedades de cada época. Además, más que una película sobre su tiempo creo que se puede extrapolar a una película que nos lleva a pensar lo que pasa en cualquier supuesta civilización cuando todo se va al garete. Dice un personaje

“La gente es civilizada mientras puedas pulsar un botón y una ambulancia viene a ayudarte”, es la frase que me parece resume mejor las intenciones e ideas del film.

La realización de la película es bastante buena, limpia y funcional como Darabont muy bien sabe hacer (por eso no entiendo las críticas de mucha gente, el tío va a lo que va y no se anda con tonterías ni filigranas artísticas), aunque hay algunas cosas que a mi gusto sobran como las horribles correcciones con zoom que hace la cámara, supongo que por aquello de darle más realismo a la acción, o una música en los últimos 15 minutos de la película que no pega ni con cola. Pero todo esto queda compensado con otros planos y escenas muy buenas como el ataque al supermercado de los habitantes de la niebla o la incursión a la farmacia en busca de medicinas. Además tiene un aire de serie B, no se si casual o intencionado, que le sienta muy bien a la película.

Mucho más se podría decir de este estupendo film de terror, pero mi consejo es que si queréis pasar un mal rato (en el buen sentido de la palabra) y ver una buena película en una tarde de lluvia, “The Mist” es una elección obligada del cine reciente, sobre todo si mientras la veis, está en vuestra mente la frase promocional del cartel: "El miedo lo cambia todo"

viernes, 8 de julio de 2011

Sabiduría Homérica





"Hijo, si realmente quieres algo en esta vida, tienes que luchar por ello. ¡Ahora silencio! Van a anunciar los números de la lotería."
Homer J. Simpson

miércoles, 6 de julio de 2011

JFK, de Oliver Stone




Ahora que la situación mundial en muchos aspectos está, como poco, enrarecida, se vuelve a hablar mucho entre la gente de teorías conspiranóicas, gobiernos títere en manos de quienes ostentan de verdad el poder, grupos secretos que rigen los destinos de todos, de quien vive y quien muere desde la sombra… resulta positivo ver buenas películas que ya trataron temas similares en otros momentos clave de la historia.

Es posible que viéndolas, unamos cabos más fácilmente de lo que creemos.

JFK es una de esas buenas películas, en la que Oliver Stone nos lleva de la mano de una manera magistral por el tortuoso camino que fué la investigación de Jim Garrison sobre los verdaderos hechos que supusieron la muerte de John F. Kennedy.

La historia para los que no la conozcan es la siguiente: Tras el asesinato de JFK, el fiscal del distrito de Nueva Orleans Jim Garrison decide investigar sobre la muerte del presidente. El caso queda cerrado abruptamente pero tres años después los acontecimientos llevan a Garrison a sospechar que hay algo más detrás del magnicidio, por lo que reabre la investigación. Su búsqueda de la verdad le llevará a descubrir lo que la muerte del presidente supuso, le obligará a enfrentarse a los poderes ocultos del gobierno y arriesgarse a perderlo todo, incluso su vida.

La película comienza con un montaje alterno entre discursos de Kennedy sobre la guerra y los verdaderos objetivos que deben tener los Estados Unidos por encima de esta en el que se entrelazan la pequeña historia de una joven que advierte casi agonizante a un médico que van a matar al presidente. A esto además se van añadiendo escenas de cazas a reacción, ejércitos, desfiles… y por supuesto el acercamiento de la comitiva presidencial a la plaza Dealey aquel 22 de Noviembre de 1963. La tensión va creciendo, no se nos muestra ningún asesino, nada, pero todos sabemos lo que va a pasar. El sonido de un rifle que carga una bala. Un disparo asusta a unas palomas que salen volando. No se ve la muerte, no se ve nada, nada se nos ha aclarado. El espectador está tan ciego sobre la muerte del presidente como los americanos ese mismo día.

“El presidente ha muerto y no sabemos nada más. A partir de aquí vamos a ver qué es lo que verdaderamente pasó” parece decir este prólogo que ya nos presenta los ingredientes de la historia: la muerte en sí, la conspiración, los que pudieron ser los verdaderos motivos, lo turbio de todo el asunto…

Es muy probable y no exagero, que con la vez de ayer haya visto esta película más de 20 veces y cada vez que la veo descubro algo nuevo sobre lo complejo del caso, las relaciones de los personajes, los pequeños gestos interpretativos, el texto (o subtexto) del guión o sobre todo el impresionante montaje tanto de imagen como de sonido.

Oliver Stone tenía en este film la difícil tarea de resumir toda la investigación llevada por Garrison y aclararnos el complejísimo entramado y causas que supuestamente llevaron a la muerte del Kennedy. Lo consigue sin duda con éxito para ello se sirve sobre todo de esa herramienta básica en el cine que es el montaje.

Mezclando magistralmente imágenes de archivo, reproducciones de los acontecimientos y escenas puramente inventadas se nos arrolla con decenas de nombres, datos, situaciones, saltando en el tiempo y en el espacio para dejarnos claro quién era quién en ese complicado rompecabezas y misteriosamente no nos perdemos en ningún momento. El espectador sigue con interés, más aún con avidez y sin cansarse, la enorme cantidad de información que se nos da en las 3 horas de metraje con escenas que a pesar de que son algunas tan solo texto y más texto recitadas por los intérpretes, son hábilmente agilizadas con todo tipo de material gráfico tanto real como ficticio para aclarar los conceptos. Las más memorables sin duda, la conversación de Garrison con su informador “X” o la presentación del caso en el juzgado del fiscal de Nueva Orleans.


Además del torrente de información la película hace un estupendo ejercicio de peligro inminente en todo momento. Cada escena, cada secuencia, deja entrever que hay algo sucio, algo oscuro detrás, una conspiración y un constante peligro que amenaza a todos en todo momento.

Todo esto ya no solo apoyado por el, y lo diré una vez más, impresionante montaje de la imagen, sino de una edición de sonido que también resulta brillante, aportando mucha más información narrativa y dramática a la película y que si le sumas la impresionante música de John Williams en una partitura que si bien no está entre sus más conocidas, resulta uno de sus trabajos más efectivos en relación con la película, nos da un resultado total tan brillante como eficaz.

También es destacable el reparto de lujo, muy bien seleccionado y caracterizado, con el que contó Stone para el film: Kevin Kostner, Jack Lemmon, Gary Oldman (estupenda elección para encarnar a Lee Harvey Oswald), Sissy Spacek, Joe Pesci, Tommy Lee Jones, Donald Sutherland como "X"… y como curiosidad al mismísimo Jim Garrison de la vida real, que interpreta a Earl Warren, presidente de la comisión Warren contra la que precisamente Garrison luchó. Justo debajo os dejo la foto del verdadero Garrison interpretando a Warren.

Como mérito técnico me gustaría destacar el impresionante trabajo que debió suponer esta película. Prefiero no pensar la cantidad de metraje con la que trabajaron, la cantidad de escenas desestimadas y las horas que debió de meter tanto el montador como Oliver Stone para seleccionar que debía y que no aparecer en pantalla. Eso por no hablar de lo bien hechas que están las recreaciones de los momentos históricos clave, sobre todo el atentado de Dallas. Al milímetro.

Mucho más se podría hablar ya no solo del film en si sino de la cuestión del verdadero caso Kennedy (os dejo algún que otro enlace por si tenéis curiosidad) pero creo que lo mejor es que consigáis este estupendo film político cuanto antes y lo veáis en la pantalla más grande que podáis, no os arrepentiréis.


Aquí os dejo la película Zapruder, que tan reveladora es y más después de ver el film de Stone.

Y también la Dealey Plaza donde tuvo lugar el asesinato, juzgad vosotros mismos.

http://maps.google.es/maps?q=dallas+dealey+plaza&hl=es&ll=32.779199,-96.808289&spn=0.001306,0.002642&sll=32.796222,-96.788177&sspn=0.167098,0.338173&t=h&z=19

viernes, 1 de julio de 2011

No cortes, no cortes, no cortes...

Aunque el montaje puede considerarse sin duda la gramática que da vida al lenguaje cinematográfico, a todos los aficionados al cine nos encanta un buen plano secuencia. Ya no solo por la complejidad técnica que conlleva sino por lo perfecto que se ve todo si se hacen bien. Esa no interrupción de la realidad filmada nos atrapa y nos deja maravillados ante el mundo que estamos viendo de una manera que pocos montajes pueden lograr.

Así que vamos a presentar esta nueva sección con una buena selección de planos secuencia para verlos y disfrutarlos un poco en el blog. Algunos son clásicos y conocidísimos, otros puede que no tanto.

De momento he encontrado uno de los buenos, el plano de inicio de “Sed de Mal” de Orson Welles, que además de ser un plano secuencia increíble, resulta ser también uno de los mejores arranques de un film que se han visto en la historia del cine. Lo que se dice “llamar la atención del espectador desde el primer segundo” vamos. El suspense (este plano podría ser una lección ilustrada de Hitchcock sobre lo que es el suspense, ya sabéis, la bomba bajo el sofá y el espectador...), la sombra contra la pared, esa grúa al inicio... el resto de la película por supuesto está a la altura, ya lo sabemos.

Por cierto, os dejo dos versiones, con diferentes músicas. Yo conocía la segunda y debo admitir que me gusta mucho más (aunque al video le faltan unos 30 segundos), la música me parece bastante más adecuada por muchos motivos pero vamos, todo es discutible, ¿vosotros qué opináis?

Y claro, como siempre digo, imaginar esta joya no en la pantalla de vuestro ordenador, por muy grande que sea, sino como debe de ser, en una buena pantalla de cine. Impresionante.