miércoles, 18 de mayo de 2011

Silent Hill de Christophe Gans




La relación entre el cine y los videojuegos se está estrechando cada vez más desde hace unos cuantos años. Si bien esta relación ha resultado económicamente rentable muchas veces, muy pocas han sido las ocasiones en las que hemos visto una buena adaptación al cine de un videojuego, viendo muchas veces que el juego en el que está basado es mucho más interesante y original que el film que vemos en pantallas.

Un mal ejemplo a seguir es la saga Resident Evil, a mi gusto penosa adaptación del videojuego del mismo nombre que con cada entrega, tanto cinematográfica como del propio juego, va empeorando hasta tal punto que ya ni siquiera ver a Milla Jovovich pegando tiros con ropas de cuero ajustadas compensa para tragarse dos horas de película infame.

Sin embargo, otra conocida saga de Survival Horror (el género del videojuego que equivale al terror en el cine), Silent Hill, tuvo en 2006 la que puede considerarse también según mi opinión, la mejor adaptación al cine de un videojuego, con unos resultados que aunque tienen alguna que otra laguna, son más que satisfactorios.

Rose y Christopher tienen problemas con su pequeña hija, la cual parece sufrir algún tipo de afección mental que la lleva a tener terribles pesadillas con un lugar llamado Silent Hill. Rose se niega a aceptar los diagnósticos médicos y decide ir con su hija a escondidas de Christopher en busca de la misteriosa ciudad para ver si puede encontrar una solución. Justo en la entrada de Silent Hill y perseguidas por una policía llamada Cybil que sospecha de ellas, las tres sufrirán un accidente en el que Rose queda inconsciente. Al despertar, no solo descubre que su hija ha desaparecido, sino que un misterioso precipicio y una densa niebla le impiden salir de la ciudad. Rose debe encontrar a su hija entre la niebla, misión mucho más difícil de lo que cree pues Silent Hill es un lugar de verdadera pesadilla…

Producción franco-canadiense dirigida por Christophe Gans (El Pacto de los Lobos), y con un diseño de producción y un arte impecables, Gans lleva a las protagonistas y de paso al espectador a un verdadero infierno en una película verdaderamente diferente a cualquier adaptación del videojuego que se hubiera hecho hasta ese momento. Resulta más auténtica, más fiel al original pero sin perder su condición de cine, lo cual es ya un mérito considerable.

Le ha venido de maravilla al film escapar del sistema Hollywoodiense pues creo que han conseguido mezclar muy bien su condición de película y el juego que también es, manteniendo un equilibrio entre el lenguaje de uno y otro.

Desde la llegada al pueblo, se nos mantiene todo el rato tensos en nuestras butacas (recuerdo cuando la vi en el cine que pasé algún que otro mal rato) con los terribles monstruos que habitan según la hora del día en la ciudad, hasta tal punto que no sabes si preferir que sea de día o de noche. La propia Silent Hill es también protagonista indiscutible con su característica niebla y sus sórdidos lugares, donde cualquier esquina o cualquier sombra puede esconder la peor de las criaturas posibles. El, como ya hemos dicho, maravilloso trabajo de diseño de producción y arte (lo mejor de la película sin duda) le sirve a Christophe Gans a hacer muy bien su trabajo de aterrorizarnos mientras se va intrincando más y más el misterio que rodea a Silent Hill hasta un final que puede resultar un poco decepcionante por algún que otro fallo o complicación en el guión.

Y es que esta es la parte en la que más puede cojear el film. En toda su segunda mitad la película se intenta explicar a sí misma en exceso, además de enseñar demasiado aceleradamente el misterio de Silent Hill, un misterio por cierto demasiado enrevesado, que tira en demasiadas direcciones sin concretar ninguna y con algunas lagunas muy grandes, sobre todo en la relación de la hija de Rose con la propia ciudad. Esto hace que al final nos quedemos sin saber muy bien que ha pasado con algunas cosas y nos hacemos demasiadas preguntas sobre hechos del argumento que ciertamente no casan por mucho que lo intentemos o se hayan dejado cosas en el aire para cubrir esos fallos.

Aún así y todo la propia película cubre sus defectos muy bien, no dejándonos respirar y teniéndonos en vilo de principio a fin, con un desfile del horror muy poco convencional dentro del cine de terror y una película que a pesar de sus defectos, creo que es un buen ejemplo a seguir de lo que una adaptación de un buen videojuego (que los hay) debe ser. Recomendable sin duda alguna.

Os dejo de paso algunas imágenes de los primeros juegos para que veáis lo cuidada que esta la adaptación y la ambientación general de la saga.

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