domingo, 22 de abril de 2012

Take Shelter, de Jeff Nichols

Atención, esta crítica por las características de la película, desvela inevitablemente detalles de la trama. Los spoilers siguen marcados como siempre.

Resulta curioso como después de la avalancha de estrenos comerciales que tuvimos hace un par de años sobre cine apocalíptico y del fin del mundo sea el cine indie o de pequeños presupuestos el que esté sacando más provecho con algunas obras muy interesantes. Melancholia de Lars Von Trier ha supuesto de alguna manera el film cumbre de este fenómeno y el más conocido pero Take Shelter, con aspiraciones mas modestas y un muy buen trabajo está también entre los films mas importantes del momento. Además, a pesar de ser diferentes y que las comparaciones son odiosas, Take Shelter me ha gustado bastante más que Melancholia por cierto, pero tranquilos fieros sabuesos defensores de Von trier, no os tiréis a mi cuello, solo es una opinión personal y si quereis os puedo explicar mis motivos.

Curtis es un hombre perfectamente normal. En la treintena, con un trabajo estable, joven marido y padre enamorado de su mujer e hija. A pesar de ir justos de dinero y estar pendientes de una operación para curar la sordera de su hija son una familia feliz y sin problemas demasiado graves. Una noche Curtis empieza a tener unas terribles pesadillas que resultan turbadoramente reales y se empieza a obsesionar con la idea de rehabilitar el refugio antitornados para salvar a su familia de la catástrofe que presiente se avecina. Como es normal nadie le creerá pero la sensación que le atenaza es tan fuerte que está dispuesto a sacrificar todo lo que tiene para resguardarse de la horrible tormenta que siente que se acerca.

Basándose en un buen guión, una sencilla y pulcra pero muy efectiva dirección y trabajo actoral de mucha calidad, Take Shelter supone una visión íntima y terrible de la llegada de la catástrofe (no es el fin del mundo o por lo menos no lo dejan muy claro, tan solo algo terrible que parece acercarse) a una familia media de cualquier parte del mundo, pero también la lucha de un hombre contra todo y contra todos incluso contra si mismo, para proteger lo que más quiere a pesar de que ni sus más allegados confían en sus vaticinios. Curtis supone una especie de híbrido entre el mito de Casandra y Roy Neary de Encuentros en la Tercera Fase, solo que con un toque bastante más siniestro y realista. Es un hombre que su don le hace pasarlo verdaderamente mal y que de alguna manera nos parece condenado desde el principio a pesar de sus buenas intenciones.






Toda la película está muy inteligentemente llevada y articulada, poniéndonos poco a poco tanto a nosotros como a los personajes contra las cuerdas pero con un tempo bastante tranquilo para que podamos asmilar y comprender verdaderamente el drama de esta familia, el sufrimiento de Curtis y los riesgos que está corriendo verdaderamente ya que ni él es capaz de saber con certeza si algo verdaderamente va a pasar o sencillamente se está volviendo loco dado su historial mental familiar (a su madre le diagnosticaron esquizofrenia a una edad parecida a la suya). Cada pesadilla de Curtis supone un escalón más en su angustia y un paso más al borde del precipicio al que siente que se está acercando. Quizás puede que se incida demasiado en las pesadillas (puede que le sobre alguna) pero el director sabe salir del paso bastante bien no repitiendo en exceso la fórmula para que no resulte demasiado repetitivo: en ocasiones las vemos, en otras solo son narradas por el protagonista o vemos sus consecuencias. En este último caso resulta muy buena la escena de Curtis sangrando en la cama y con convulsiones tras la pesadilla con su compañero de trabajo. 

Pero esta es solo un ejemplo del trabajo actoral tan grande que Michael Shannon y Jessica Chastain (además de una gran actriz hay que ver lo guapa es esa mujer) nos ofrecen en la película. Shannon además de parecerme una elección de casting perfecta con esa cara tan ambigua que tiene, mantiene muy bien el tipo dejándonos intuir su angustia contenida mientras que Chastain, que interpreta a la buena y joven esposa americana ideal, aporta la dimensión más familiar de la historia, expresando el amor y la confianza en su marido, diciéndonos con la mirada todo lo que no se dice con las palabras durante el metraje.

Pero la película se pone verdaderamente interesante en su parte final, después de que se nos han sembrado a todos tantas dudas que directamente no sabemos como terminará el asunto ¿Tiene Curtis razón o todos los demás pensando que está loco? ¿Y nosotros? ¿Creemos aún en ese hombre? Impresionante en ese sentido la escena dentro del refugio antitornados, un verdadero ejercicio de dirección (bien preparado con todo lo visto de film hasta ahora) que nos tiene en suspenso, desbocando la imaginación del espectador que se imagina las mil y un posibilidades de lo que está pasando afuera. Por no hablar de las mil y una posibilidades de lo que va a hacer Curtis con su familia o si superará sus terrores para salir del refugio algún dia. Si a esto le añadimos el terrible final que nos deja a todos con un cuerpo bastante inquieto tenemos una película que con los pocos elementos que posee se disfruta muchísimo y con intensidad, que te tiene atento al más mínimo detalle de su trama y que supone sin duda un clásico del cine de catástrofes.

Mucho más se podría hablar de esta película, sobre todo de la dimensión psicológica del film (es por eso, entre otras cosas, que me gusta bastante más que Melancholia), pero lo mejor es que la disfrutéis vosotros mismos, como siempre, en un buen cine. No os arrepentireis. 


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